Sus respectivos autores (Sánchez Dragó, en una columna titulada 'Epitafio', publicada el pasado 30 de septiembre en El Mundo; Luis del Pino, en su blog de Libertad Digital) vaticinan una repetición de la Historia, que de alguna manera desembocará en el fin de la Civilización Occidental, al menos tal y como la conocemos hasta ahora. Otros, como el sociólogo Josep Burcet en su libro El Agujero Blanco, se hacen eco del Cambio (con mayúsculas) que está por venir, y que se aprecia en las variaciones en la densidad de la información - una evolución similar a la transición al neanderthal, que provocó la extinción del cro-magnon (por cierto, no os perdáis este tronchante video, sobre la transición de la Edad de Piedra a la Edad del Bronce - debería ser obligatorio en seminarios sobre gestión del cambio).
Como aficionado a la Ciencia Ficción, hace ya unos cuantos años leí los libros de Asimov sobre 'La Fundación' (que se va a llevar al cine, podéis ver la noticia en Blogdecine, de donde he tomado la fotografía). En ellos aparece una nueva ciencia que desarrolla modelos matemáticos de predicción del comportamiento humano a nivel global, a nivel de la civilización.
Es posible que en algún momento podamos refrendar mediante modelos los comportamientos de las Civilizaciones, pero de momento nos tenemos que conformar con comparar ciertos parámetros y extrapolar acontecimientos sin una base tan sólida. Pero aún así la expectativa es inquietante - las civilizaciones anteriores a la nuestra y que han caído han pasado por momentos tan similares a los que estamos viviendo ahora, que realmente se encuentran paralelismos con facilidad.
Mostramos cierta soberbia al pensar que la nuestra es la única civilización actual, y quizá la única posible. No lo es, y posiblemente (por mucha tecnología de que dispongamos) tampoco sea la mejor posicionada para sobrevivir a las demás.
¿Se harán esta misma reflexión hindúes, chinos o musulmanes?