
"En el colegio se aprenden muchas cosas inútiles. Por ejemplo: ¿para qué se tiran tres meses enseñándote a diseccionar una rana? ¿No sería mejor que te enseñaran a pelar una gamba?"
Éste párrafo pertenece al monólogo "El Colegio", por Quique San Francisco, y presiento que da bastante en el clavo. Y es que cada vez se escuchan más voces que reclaman la incorporación de nuevos contenidos en los colegios porque muchos de los actuales ya no son de utilidad ni por su aportación metodológica, ni por su utilidad práctica, ni como formación para la vida.
Recientemente he terminado el libro "Padre Rico, Padre Pobre", de Robert Kiyosaki, cuyo subtítulo es "Qué les enseñan los ricos a sus hijos acerca del dinero, ¡que las clases media y pobre no!". Kiyosaki reconoce que tuvo la suerte de tener "dos padres": uno biológico, preocupado por su trabajo en la Universidad, con un sueldo fijo, y que nunca consiguió liberarse de las ataduras del dinero. Por otro lado, el padre de su mejor amigo le "adoptó" como discípulo y le enseñó a conseguir la libertad financiera. Kiyosaki suele decir que "el consejo más peligroso que se le puede dar hoy a un niño es 've al colegio, logra buenas calificaciones, y busca un empleo seguro', es un consejo antiguo y un consejo malo" (por cierto, el libro me ha parecido impresionante).
"Luego te enseñan a sumar, restar, multiplicar, y dividir. Y dices: 'Ahora me enseñarán a pedir un crédito en el banco...' Pero no. Lo que te enseñan es la raíz cuadrada... ¡Ay, amigos! ¡Qué gran tema la raíz cuadrada! ¡Lo bien que me ha venido a mí saber calcular la raíz cuadrada...! Sin ir más lejos la he usado....... nunca. Francamente, ¿a ustedes no les parece que ha llegado el momento de plantear este asunto al Gobierno? La raíz cuadrada tendría que ser voluntaria, como la mili".
Pablo Pardo, coautor del blog económico "¡No doy crédito!" del diario El Mundo, publicó el pasado día 20 el artículo titulado "¿Educar para el siglo XXI o para el siglo XIV?", en el que realiza una comparación similar: "Si en vez de torturarnos con una interminable lista de diapositivas de monumentos que luego teníamos que identificar en los exámenes (como si aquello fuera un concurso de la tele), el 'fantástico' profesor José Manuel Guerrero nos hubiera explicado la diferencia entre una caja de ahorros y un banco, nos habría enseñado algo útil". Tremendo. Y Pardo no se centra sólo en los aspectos económicos, porque a continuación explica el proyecto del cocinero José Andrés para enseñar "Food and Life" en el colegio de sus hijas en Washington, ciudad en la que vive disfrutando de un éxito inusitado.
Menos mal que aquí vamos reaccionando: ahora tenemos Escuela 2.0, una gran iniciativa... ¿o no?
"Enriquito, ¿y este cero en matemáticas...? Mamá, no seas antigua, esto no es un cero, es un conjunto vacío"...