Estoy participando en una interesante conversación en LinkedIn titulada "¿Se debe prohibir el uso de Internet en el trabajo?". La conversación derivó, desde el primer comentario, a las redes sociales, y como era de esperar, hay opiniones para todos los gustos, desde que hay que prohibir totalmente el acceso hasta que hay que promoverlo, o lo que es lo mismo, desde el control a la corresponsabilidad.
Ésta última es mi postura habitual, y se ha visto brutalmente reforzada por un comentario de Joan Barceló que me ha parecido contundente: "Hola a todos, disculpad que sea breve, simplemente para aportar algo nuevo a este debate: si vuestros empleados tienen móvil, ¿cómo pensáis limitar el acceso a las redes sociales y/o internet?" Como se suele decir, una imagen vale más que mil palabras, y este comentario aunque parezca un texto es una foto en toda regla.
Las redes ya no son algo ajeno a la empresa a lo que uno se conecta puntualmente, sino que se están convirtiendo, y a toda velocidad, en el medio natural por excelencia de relación para personas y también para organizaciones. Pero lo cierto es que uno sólo comprende el verdadero significado de las redes sociales cuando cambia el chip y "se mete" en ellas. Twitter necesita de media unos seis meses de plazo para entender para qué sirve.
Imaginad una persona que, de vez en cuando, se asoma a la puerta de un club de golf, anuncia en voz alta su producto, mira por encima los anuncios que hay junto al mostrador... y se marcha. Pues seguramente pensará que el golf no sirve para nada, y sin embargo todos sabemos la cantidad de jugadores de golf a los que no gusta el golf pero pasan las horas que haga falta zumbando pelotitas con tal de establecer relaciones de confianza, identificar mercados, detectar oportunidades, conocer otros sectores, captar colaboradores, escuchar a gente mejor relacionada, aprender... y después, sólo después y muy de vez en cuando, ofrecer (por qué no) sus servicios que además, gracias a la información recibida, pueden adaptarse convenientemente a las necesidades del que escucha. Pues las redes sociales son, hoy por hoy, lo más parecido al golf.
Al igual que el golf, entrar en redes sociales a nivel corporativo no es algo que se pueda hacer a la ligera: lo primero es decidir si vamos a jugar nosotros o contratamos a un profesional. En ambos casos hay que definir una estrategia y marcar objetivos concretos, o podemos encontrarnos con estar pagando una pasta a un buen jugador de golf que se lo pasa cañón jugando, y esperar plácidamente que los resultados caigan por sí solos, algo que ya sabemos que "pasa poco". Si pensamos jugar nosotros no basta con marcarse objetivos, es recomendable aprender ciertas reglas del juego como la gestión de la presencia en red, para evitar frustraciones. Pero una vez que empiezas por temas profesionales incluso puedes conseguir que al final, además, te guste. Como el golf.
Tengo muy claro que las empresas que se plantean convertir a sus empleados en "jugadores de golf" tienen una clarísima ventaja competitiva sobre las que no. Total, el hierro siete ya lo tienen ¿no? Digo... el móvil, en qué estaría yo pensando...
Hola Jaime:
ResponderEliminarTengo este tipo de debates por estériles en el sentido de que la realidad no se implanta, se limita o se prohibe sino que simplemente se instala, y ya está.
Siempre que oigo hablar de estos temas me acuerdo cuando en los primeros 90 la gente andaba pasando del WordStar al Word, de la suite 123 al Excel, de Dbase a Access y no es que no hubiera detractores o escépticos sino todo lo contrario. Anda, dile ahora a cualquiera de ellos que vuelva a usar algunas de aquellas "verdades fundamentales". Pues con esto lo mismo.
Un abrazo.
Así es... yo creo que es completamente inevitable, y precisamente por eso creo que es bueno intentar hacerlo comprensible para evitar frustraciones. Los "convencedores digitales" hacemos una gran labor social, ¿no? :-)
ResponderEliminarMuchas gracias por pasarte a comentar y un abrazo!
Hola Jaime:
ResponderEliminarBuen artículo.
Estoy de acuerdo con Josep, al final se instala y ya está pasé del word start al word perfect y luego al word, ahora estoy pasando del pc al mac y lo de las redes sociales en la empresa será como los móviles. Si se utilizan con responsabilidad perfecto si no es así un problema.
Un saludo
Hola Fernando,
ResponderEliminarPues sí, para mí la corresponsabilidad es la clave, y así ha salido en el debate de LinkedIn también. Pero es que pasa lo mismo con el uso del teléfono, del móvil, la máquina de café, o las salidas a fumar. Saber qué se tiene que hacer y cuáles son los grados de libertad para hacerlo nos hacen más productivos y también creo que un poco más felices.
Muchas gracias por comentar y un saludo muy cordial,
Jaime
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola a todos:
ResponderEliminarLo increible, bajo mi punto de vista, es lo que ocurre en mi oficina, donde estamos unas 50 personas: La Dirección ve con muy buenos ojos que todos sus empleados puedan acceder a cualquier red social y usarla, pero tan solo 5 personas lo hacemos!!!
Un saludo para todos.
Eh! aquí en Perú muchas empresas bloquean todo tipo de acceso de Internet a sus empleados, empezando por el facebook y youtube. Y muchos, no se acostumbran a ver internet como un centro de aprendizaje, de interacción y de socialización, sino por ese motivo del bloqueo, lo ven como distracción, como que sólo los que tienen tiempo libre pueden entrar. Y no es así.
ResponderEliminarHola José Antonio
ResponderEliminarPues sí, es un poco el mundo al revés. Los datos de uso de Facebook en España los puedes mirar aquí, y dicen que hay 10 millones de usuarios en Facebook en España, de los cuales un 65% están en edad laboral. Parece que en tu empresa no hay correlación con estas cifras.
¿Cuál es tu opinión, crees que esto puede afectar a la capacidad de la empresa para innovar, etc.?
Muchas gracias por pasarte a comentar y un saludo muy cordial,
Jaime
Hola Go!Pymes,
ResponderEliminarNo creas, aquí en España también hay muchas empresas que se comportan igual. Personalmente creo que es un error, que tiene más que ver con el miedo a lo desconocido que con una visión empresarial de futuro.
Muchas gracias por pasarte a comentar y un saludo muy cordial desde Mallorca!
Jaime
Hola Jaime, permiteme compartir mi experiencia.
ResponderEliminarUna vez vencidas las habituales objeciones sobre la adaptación de herramientas 2.0 dentro de las empresas.Me encuentro con que los directivos de las mismas se sorprenden cuando les digo , bueno ahora que ya todos tienen cuenta en Twitter y perfiles en Linkedin y Xing a hora toca abrir los cortafuegos y dar libertad de red......entonces se produce el segundo gran debate ....y hay que empezar a cuestionar cultura y valores para poder pasar del control a la responsabilidad y a la confianza en los colaboradores, todo un reto.
Hola José,
ResponderEliminarEs que una vez más no es una cuestión de tecnología sino de personas. No creo que se trate tanto de admitir el acceso de las personas a las herramientas sino de incorporarlas como parte de los procesos de negocio, con lo cual pasa a ser imprescindible el acceso. Desde luego requiere un cambio cultural grande, pero las empresas capaces de cruzar ese puente tendrán ventaja, sin duda.
Muchísimas gracias por pasarte a comentar y un saludo muy cordial desde Mallorca!
Jaime
Hola Jaime y CIA.
ResponderEliminarPor supuesto que esto afecta a la capacidad de la empresa para innovar. El problema, bajo mi punto de vista, es que las empresas no tienen metodología o sistema de educación para que los empleados hagan un uso correcto de las Redes Sociales en beneficio de la compañía. No saben motivar eficientemente a su uso.
También existe el problema de que, la mayoría de los altos cargos que toman las decisiones sobre este tipo de temas, son personas mayores de 50 años y, tal y como me confirma un cliente al que le presto un servicio de Community Management, el ya no está para aprender o entender de estas cosas, el solo quiere ver el ROI. Y cuando tratas de establecer unas pautas para sus empleados te pone cara de: "Estás haciendo que se desvíe mi personal de sus funciones laborales".
Pero estoy convencido de que en 5 o 6 años no nos acordaremos de estos interesantes debates, parecerá como que nunca sucedió.
Un saludo para todos.
Totalmente de acuerdo, José Antonio. Mientras no se entienda la web como parte de los procesos de negocio se seguirá viendo como una distracción de las tareas, cuando en realidad las empresas deberían tender hacia la integración de ambas. Precisamente el modelo Competencias 2.0 nació para eso... :-)
ResponderEliminarUn saludo muy cordial!