Cada persona es un mundo, así que no creo que se pueda definir un estándar óptimo de Transparencia en la Red. Cada uno se siente más o menos cómodo con un nivel diferente. Naturalmente, cuanta más Transparencia, más exposición - para lo bueno y para lo malo - y, como todo en la vida, hay gente pa tó: hay a quien el puenting le compensa, y hay quien ha dejado de cruzar puentes por si acaso hay algún loco con cuerdas cerca. Hay quien va cómodo desnudo por la calle, y hay quien se siente incómodo al ver a otras personas desnudas en la playa. Es lo normal, y los dos extremos pueden ser igual de felices. Esta situación es idéntica en la vida offline y en la Red.
En mi caso, me siento bastante cómodo contando cosas de mí, así que siempre que me registro en algún sitio nuevo relleno mi perfil completo y con datos veraces. Claro que también he tenido alguna mala experiencia por ser tan claro, pero por cada persona que me ha hecho sentir mal he ganado diez buenos amigos que han agradecido la sinceridad. Así que a mí, al menos de momento, me compensa. Pero desde luego no se puede generalizar.
El nivel óptimo de Transparencia en la Red depende de dos factores:
- La propia personalidad, y
- Los objetivos que se persiguen.
No sé en qué medida hay margen de maniobra para moldear la propia personalidad, pero lo que sí está absolutamente en nuestras manos es conocer nuestros objetivos.
¿Para qué me quiero conectar a esta determinada Red Social o a esta otra Comunidad Virtual? ¿Para qué quiero tener un blog? ¿Es por motivos profesionales, o personales? ¿Para qué voy a tuitear? ¿Quiero establecer vínculos online con gente ya conocida, o quiero conocer gente nueva? ¿Necesito conectarme con profesionales de mi mismo sector, o debo abrirme a otros para encontrar formas diferentes de pensar? ¿Quiero conectarme con gente de mi mismo país, o quiero establecer vínculos en el extranjero? ¿Quiero comprar, o quiero vender?
Las respuestas a éstas y muchas otras preguntas conforman hasta qué punto debemos contar de nosotros mismos en la Red, para evitar llegar a sentirnos incómodos. Es muy bueno hacer este ejercicio, porque el desconocimiento genera miedo, y el miedo es poderoso.
Con quien sí debemos garantizar absoluta Transparencia es con nosotros mismos. Lo contrario es hacerse trampas al solitario, y la Red no sólo puede hacer perder mucho tiempo, sino que también puede dar disgustos. Como el puenting.
La identidad digital tendrá que ser, ya mismo, una nueva asignatura en las facultades de psicología, ¿no crees?
ResponderEliminar@Nacho
ResponderEliminarPues no sería una iniciativa descaminada, no... llegaría hasta la Psicología Criminal (suplantaciones de identidad, etc.)
Pero incluso en Educación Secundaria debería haber ya alguna forma de ayudar a los niños a definir su propio criterio de transparencia. Ahora todos entran a lo loco, y eso será bueno para algunos de ellos pero el resto está arriesgando disgustos sin saberlo. Y los padres no pueden ayudar, tampoco tienen experiencia ni formación...
Muchas gracias de nuevo por entrar a comentar y un saludo muy cordial,
Jaime